Killing Commendatore
En general me gusta leer a Haruki Murakami, son interesantes sus relatos. Creo que logra mayor profundidad en los textos más largos, sus cuentos cortos son fáciles de leer pero para mí no son memorables. Prefiero las novelas en las cuales puede desarrollar más, presentar personajes más interesantes y mundos que existen entre la ficción y la realidad. En este caso creo que más que recomendación es reseña del libro.
En Killing Commendatore cambia un poco la fórmula que encontramos a menudo. Existen ciertos elementos que se repiten a lo largo de sus relatos como es el amor por la música, específicamente el jazz, la manera en que logra que se borre la línea entre la realidad y la ficción; así como la aparición de personajes solitarios. En este caso algo que me pareció interesante, honestamente lo que me atrapó, es que el personaje principal es pintor. La manera en que logra plasmar el proceso creativo es muy buena, es el elemento que más me gustó de la novela.
Otra diferencia de la mayoría de sus relatos es que aquí la ópera tiene un papel central, también existe afinidad por el jazz pero no se compara. Sin embargo, no roba protagonismo a la pintura, es un mero pretexto para contar que la historia principal se desarrolle, así que no se vuelve tedioso.
Siendo muy honesta me dejó un mal sabor de boca al final el libro. Es más difícil de leer que otros libros, por lo general es una narrativa muy amena. No estoy segura pero siento que me tardé en leer el libro casi dos años. Y no fue sino gracias a la cuarentena que me decidí a leer dos o tres capítulos al día. Creo que no logra atar todos los cabos. Deja varias ideas volando, no termina de hacer que ficción y realidad logren coexistir de manera total en el universo que plantea. Es hacia el final del libro que va quedando a deber mucho. En general uno puede comprar la ficción que está planteando, en este caso algo falta.
Al final fue decepcionante, supongo que si es el primer libro que alguien lee de Haruki Murakami podría no pasarle esto. Muy probablemente sea el último libro de él que lea, me quedó a deber y fue un esfuerzo grande. Sí rescato bastante la parte en la que logra plasmar en palabras el proceso y algunas ideas entorno a la pintura; sin embargo, lo pudo haber hecho en un libro menos largo y que logrará su cometido final: atrapar al lector en un nuevo universo en el que nos encontramos con situaciones que salen de lo ordinario.
